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Cuando el drama de la sequía es utilizado políticamente
En oportunidad del acto del 26 de marzo, y dentro de su habitual verborragia fatalista dedicada a demostrar que solo el mesianismo frenteamplista podrá salvar al país, el militante sindicalista devenido en presidente del conglomerado de izquierda, Fernando Pereira, incluyó una reivindicación dirigida a los productores rurales afectados por la sequía. Anunció que una comisión de asuntos agropecuarios del Frente Amplio les visitará pre-asumiendo que desde el gobierno no se tomaron, en su apoyo, las medidas necesarias y suficientes.
¿Será que están pensando revertir la pésima imagen que desde los ámbitos rurales se tiene de las administraciones de gobierno del Frente Amplio? Basta recordar las movilizaciones rurales de inicios del 2016 cuando en su indignación contra el gobierno salieron a las rutas medianos y pequeños productores rurales, incluyendo tamberos, avicultores y granjeros hortifrutícolas.
Lejos de diluirse aquel descontento del Uruguay rural, dos años más tarde, una masiva concentración proveniente de todos los rincones del país se auto convocó en la ciudad de Durazno, origen del movimiento Un Solo Uruguay. A la izquierda le explotó en la cara la más potente manifestación contraria al gobierno que jamás pensaron tener. Y no eran las familias patricias dueñas de la tierra como les gusta decir desde su obsesión clasista, a Durazno llegaron no solo pequeños y medianos productores sino comerciantes y pequeños empresarios de todos los rincones del país, todos ellos ligados a la suerte del país productivo.
Tampoco hay que olvidar la sequía del 2008/2009, cuando el por entonces ministro de ganadería, Ing. Agr. Ernesto Agazzi, intentó minimizar sus daños, incluso haciendo apuestas sobre próximas lluvias. Ante la indignada reacción de los productores rurales, no tuvo más remedio que salir al medio para responder al grupo más afectado e indignado por la reacción oficial, a la sazón los lecheros de Florida. Finalmente, desde el MGAP, se instrumentó un programa de suministro de raciones y otras medidas no muy diferentes a las que se tomaron en oportunidad de la reciente sequía. Como dijo el Ministro Mattos: "Las medidas siempre serán insuficientes, no hay nada que pueda suplir el daño que está causando esta sequía, porque la pérdida económica directa es muy importante y van a haber otras pérdidas indirectas e inducidas que a esta altura son muy difíciles de evaluar".
Habría que ver cómo reaccionan los productores visitados, cuando en la angustia de sus pérdidas por la sequía vean que se pretende hacer política a partir de sus desgracias. Seguramente harán memoria de las movilizaciones del 2016 y del 2018...
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