El apuro por cerrar el acuerdo Mercosur-UE en año electoral

Por Alvaro Valverde Urrutia

A los gobiernos de Argentina y de Uruguay les conviene un “final feliz” antes de sus respectivas elecciones.

Si bien resultan difíciles y trabajosas las negociaciones que celebran los técnicos del Mercosur y la Unión Europea (UE) para intentar destrabar los temas claves y sensibles para los intereses de ambas partes, las opiniones de las autoridades del Mercosur y la Comisión Europea parecerían estar coincidiendo en un punto común, que existe buena probabilidad y que se estaría cerca de firmar el acuerdo.

Por ello, las expectativas eran muchas para la reunión de los negociadores técnicos del último jueves en Bruselas, ya que la misma era clave para vislumbrar una fecha estimada en la que podría ser firmado el acuerdo; así como continuar la negociación para llegar a la instancia política que permita la firma del mismo.

Es interesante destacar aquí, lo que han sostenido el presidente Vázquez y el canciller Nin Novoa sobre la firma del acuerdo.

El presidente Vázquez manifestó con relación a las negociaciones y el acuerdo que existen “instancias políticas que se deben superar”, ya que los países de la UE y los del Mercosur tienen "una producción agropecuaria muy similar". También, señaló que la posición del gobierno es favorable a que se pueda cerrar el acuerdo a fines del mes de junio. Y, agregó que confía en que si bien no es fácil "no es imposible" llegar a concretar el acuerdo, a pesar de que aún no se puede estimar cuándo.

Estimamos que esta apreciación resulta demasiado optimista considerando que faltan varias instancias técnicas y aún políticas para seguir avanzando hacia un acuerdo serio y equilibrado en las concesiones para ambas partes. Tampoco, esto garantiza que el acuerdo se pueda firmar, así lo demuestra la historia de los tropiezos de la negociación en 20 años. En particular, por la férrea oposición del sector agrícola europeo, liderado por los agricultores y ganaderos franceses.
Además, Vázquez sostuvo cuando Uruguay asumió la Presidencia Pro Tempore del Mercosur en junio de 2018, que no quería “un acuerdito con la Unión Europea”… “no queremos firmar cualquier acuerdo” y subrayó que “no todo depende del Mercosur”. Confiemos que por el interés del sector agropecuario y de otros rubros se mantenga firme en esa posición.

El canciller Nin Novoa sostiene que el acuerdo se debe firmar bajo el compromiso que ambas partes no agreguen más asuntos o mayores demandas a las ya presentadas. Hay que cerrar con lo actual, con lo que hay y después habrá tiempo para profundizar. Y, considera que existe un marco externo electoral y político que es favorable para apresurar o poner la voluntad final hacia el cierre de esta negociación.

Estimamos que parecería inconveniente o apresurada la intención del canciller Nin Novoa, ya que cerrar con “lo actual o con lo que hay”, significaría que el acuerdo no sería todo lo beneficioso o ventajoso para los intereses de Uruguay y del Mercosur.

Si bien es importante cerrar el acuerdo, no puede ser a cualquier precio, y ¿qué se ganaría a cambio? Hasta el presente es poco lo que ha cedido la UE conforme las pretensiones del Mercosur; mientras, éste ha concedido bastante a las exigencias y demandas europeas. Incluso en algunos temas la UE han cambiado su posición sobre temas previamente acordados como en el rubro agropecuario y etanol, entre otros.

Parecería, que por el apuro o prisa del Mercosur en cerrar el acuerdo podría sólo conseguir ofertas europeas más pobres e insuficientes, ante los duros y experimentados negociadores europeos.

En estas circunstancias, la UE podría resultar el ganador comercial del acuerdo y las posibilidades posteriores para el Mercosur de renegociar los aranceles, cupos y cuotas sobre los temas agrícolas, parecería no ser nada sencillo. La UE mantiene la protección del acceso al mercado agrícola; así como los subsidios y asistencia de la PAC.; mientras, el Mercosur ha bajado sus aranceles.

Al presente se han resuelto algunos temas difíciles, que han permitido cerrar bastantes capítulos, pero restan los asuntos más complicados que siempre en las negociaciones quedan para el final, aunque sin consenso. Los mismos refieren al sector agropecuario, aunque no exclusivamente.

Argentina y Brasil persiguen la firma del acuerdo lo antes posible, al igual que Uruguay, pero llama la atención el apoyo y cambio de estrategia que adoptó Brasil con relación a las negociaciones.

Para la ronda de Bruselas la delegación argentina concurrió con la decisión política de lograr el acuerdo para que el presidente Macri lo anuncie. El rédito político que le daría en el año electoral que tiene al presidente con resultado incierto, sería muy importante, también por la proyección internacional para el Mercosur de firmar con un TLC con la UE.

Lo mismo vale para el gobierno del Frente Amplio que tiene elecciones reñidas e inciertas para el próximo mes de octubre y la posibilidad de firmar el acuerdo con la UE le generaría una prerrogativa política.

Sin embargo, para el cierre de las negociaciones y firma del acuerdo es importante la participación y opinión de los diversos sectores y subsectores privados de los socios del Mercosur. Existe, según las áreas opiniones a favor y reticencias con la firma del tratado, en especial, en algunos sectores si es para firmarlo antes de fin de año; así como preocupación que los europeos demanden más concesiones sabiendo el apuro por firmar del Mercosur.