En las últimas semanas, desde el frentismo se ha insistido en un supuesto "deterioro" de la situación fiscal. El descaro es de una magnitud que indigna. Este gobierno, pese a los factores exógenos que tuvo que enfrentar (pandemia, guerra y sequía), logró reducir el déficit fiscal estructural sin poner un solo impuesto. Los que hoy critican, dejaron el país fundido pese al viento de cola internacional y al sucesivo aumento de impuestos. No contentos con ello, durante toda esta administración han sugerido que nos "suicidemos fiscalmente", solicitando ingresos universales y otras barbaridades que llevaron a la argentina a la quiebra.
Varios voceros oficiosos del frentismo han salido a repetir que, pese a las promesas, tenemos un déficit fiscal igual al que teníamos cuando ellos dejaron el gobierno. Primero lo primero, la afirmación es completamente falsa.
En una reciente entrevista, la ministra Arbeleche lo ha explicado con maestría. A pesar de los conocidos desafíos que ha tenido que enfrentar el gobierno de coalición (pandemia, guerra y sequía), se ha mantenido un enfoque estructural en el manejo fiscal, permitiendo así la sostenibilidad de las políticas, especialmente las sociales.
"En el resultado estructural pasamos de un déficit en el 2019 de 4,4% del PIB a un déficit de 2,6% del PIB en 2022. O sea, que en materia estructural claramente hay una mejora en el resultado fiscal. Es sumamente importante que se mire lo estructural. No podemos meter primera, quinta, marcha atrás en las políticas públicas, particularmente las políticas sociales", explicó Arbeleche.
La ministra destacó también la estabilización de la deuda sobre el PIB como parte de este enfoque, asegurando que se continúa cumpliendo con la regla fiscal establecida desde 2020. De igual manera, la rebaja de impuestos se ha mantenido como compromiso de campaña, incluso ante las situaciones adversas mencionadas, que han impactado negativamente las finanzas del país.
"Acá hay un trabajo serio que se ha venido haciendo desde la ley de urgente consideración", explicó Arbeleche, que sostuvo que "ahí se pusieron los cimientos para lo que es el manejo fiscal prudente y lo hemos mantenido, van tres años consecutivos que se ha cumplido". Además, espetó la ministra: "Un tema no menor: se bajaron impuestos. Varios analistas decían que había que subir impuestos antes de situación del covid. Uruguay en estos tres años perdió US$ 4.144 millones. Eso es producto del covid, producto de la sequía, producto de los precios relativos de la situación con Argentina. Nada de eso fue excusa para llevar adelante las reformas estructurales ni para bajar impuestos que era uno de los compromisos de campaña".
Por fuera de las reiteradas mentiras del frentismo, salta a la vista su cinismo: ¿verdaderamente piensan que la ciudadanía es tan tonta para creerles su repentina preocupación por el déficit fiscal? Dicha preocupación, contrasta con propuestas previas que abogaban por cerrar la economía, distribuir ingresos universales y aumentar los impuestos, ideas que, de haberse implementado, podrían haber llevado al país por un camino de dificultades similares a las que hoy enfrenta Argentina.
"El objetivo de la política económica es aumentar el empleo, o sea que si hay que medir la actuación de la política económica, tiene que ser mirando qué es lo que ha pasado con el empleo, qué es lo que ha pasado con el salario real. En definitiva, qué es lo que ha pasado con el bienestar de las personas", explicó Arbeleche al considerar que la política fiscal es un instrumento de bienestar.
Siendo así, mientras en el gobierno de coalición se han reducido impuestos, a la vez que se han creado y recuperado miles de fuentes laborales, en el último gobierno del Frente Amplio, evidenció Arbeleche: "se perdieron más de 50.000 puestos de trabajo, hubo aumento de impuestos a través de un ajuste fiscal en 2017, pero luego también pequeños o no tan pequeños, aumentos sucesivos de impuestos".
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