La estafa educativa
Por Julio Aguiar Carrasco
Para cumplir con promesas preelectorales, las autoridades educativas siguen bajando los requisitos para pasar de año.
El domingo pasado, el diario El País vuelve sobre el tema: “la existencia de presiones para que se modifiquen las notas o para salvar a los chiquilines como sea”.
Sostiene ahora el Presidente de ADES Montevideo, Luis Martínez, “entre la baja de las exigencias y los cambios de reglamento de pasaje de grado, se está llevando adelante una estafa, una mala praxis educativa”.
Y agrega: “...¿pero que aprendió? No aprendió nada. Y yo lo engañé, le mentí, le dije que estaba preparado y no lo estaba”.
Este es el drama. El niño llega al liceo o a UTU y, más tarde o más temprano, abandona. Porque no entiende nada, porque se aburre, porque siente que todo es una pérdida de tiempo.
Cuando le toque hacer la prueba PISA le irá muy mal, porque no terminó de entender bien lo que querían enseñarle en el liceo. ¡No por capacidad sino por falta de fundamento!
Lo que hacen las autoridades de la enseñanza es criminal. Es ya un tema moral: le hacen creer a la sociedad que sus niños se preparan adecuadamente, mientras pierden el tiempo o faltan a los cursos, sabedores que, al final, los pasarán de grado.
El actual Presidente, el Dr. Vázquez, había prometido que, al final de su mandato, solo un 20% de niños repetiría en Primaria. En el 2016 se pasó de 33% de repetidores al 25.7%: están llegando a lo prometido y seguramente llegarán al 20%.
¿De qué manera? De la peor, pasarlos de grado a cualquier precio. No se trata de si saben o no, si tienen 60 faltas o cumplieron todo el año: no se trata de educar, valorar y modificar, si es necesario. Hay un mecanismo siniestro que se arrastra miserablemente contra toda ética educativa: ¡cumplir con una promesa electoral!
No lo digo yo. Lo está diciendo un integrante del gremio de la Enseñanza. Y muchas denuncias de padres que seguramente quedarán guardados en un cajón.
Los niños que comenzaron la escuela con el plan del 2008, ya la abandonaron. Pasaron a otro nivel, muchos sin el menor esfuerzo y se encuentran en un mundo donde se sigue enseñando en manada, con muchas cosas que no entienden porque no tienen base, solo para aferrarse al celular que manejan diestramente pero que limita su horizonte.
En los sectores más sumergidos, este fenómeno debe ser mucho peor. Ahí está una de las raíces por la que el joven confronta luego contra la sociedad: la educación como la familia son el ámbito natural para generar comportamientos y valores.
En el FA los moderados han quedado sumidos a su mínima expresión. Esta visión criminal y falta de toda ética, es típica de los grupos más radicales, que son los que mandan.
Un día fue “que nosotros les damos este dinero pero no trabajen”, filosofía del MIDES, un mensaje horroroso. “Los jóvenes delincuentes son consecuencia del patriciado…”, un ejemplo de lucha de clases absurdo.
“En algunos casos, si estos jóvenes infractores piden disculpas, es suficiente”.
En la actualidad el país iguala para abajo, aplaudiendo su mediocridad. Lo que es peor, aún, es que con esta “filosofía educativa” se la garantiza a largo plazo. Ellos podrán “justificarlo” porque quieren mantenerse en el poder; pero a esos niños les roban su futuro, les quitan la oportunidad de luchar para ser alguien e integrarse a un mundo tan cambiante.
En China comunista, hay una sucursal de la primera Universidad en el mundo: Harvard. El imperialismo les importa un pito. Los chinos les exigen a todos su niños que aprendan el inglés, para poder hacerse entender en cualquier parte del mundo, para hacer turismo pero, fundamentalmente, para realizar negocios y ventas. Eso es pragmatismo, no el mantenimiento de ideologías perimidas.
Me llama la atención el silencio que existe en los medios de prensa. Es una denuncia angustiante que debería llamar la atención de todos, porque quien más quien menos, tiene niños que sufren las consecuencias.
Abraham Lincoln fue un gran orador, pero también era un gran escritor. Escribió un decálogo, del que extraemos nada más que dos puntos, una visión protestante del mundo, abierta, humana, libertaria, que nos haría muy bien leerla todos los días:
- “Ud. no puede formar el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia (libertad) e iniciativa”.
- “Ud. no puede ayudar a los hombres realizando por ellos permanentemente, lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos”.
Cuando leo cosas como éstas, siento vergüenza ajena con lo que sucede en el país. Pero también siento la responsabilidad que tenemos todos en cambiar este cuadro inmoral que nos hunde cada vez más.
|
|
 |
Cuarenta años de democracia: un encuentro que nos reúne a todos
|
Una vez más, laicidad republicana Julio María Sanguinetti
|
Un Grande
|
Cinco años de aquella primera alarma
|
Un nombramiento que indigna
|
Otro tren que se va...
|
Cardona ininteligible
|
Reclamos y realidades: la verdad detrás de la crisis económica de Montevideo
|
Sanguinetti asumió como miembro corresponsal de la Academia Brasileña de Letras
|
40 años removedores
|
La caída de los paradigmas
|
Arroz, principal monitor de la competitividad en el agro negocio de exportación Tomás Laguna
|
No hay tiempo que no se acabe, ni tiento que no se corte Consuelo Pérez
|
Julio María Sanguinetti: Un legado que trasciende fronteras Matías Guillama
|
¿Habrá vida en otros mundos? Leonardo Vinci
|
Sin pena y sin gloria Susana Toricez
|
La batalla de Cartagena Daniel Torena
|
Milei y un cambio de música: la guerra al wokismo
|
Los zapatos y la economía de la muerte
|
El argumento (equivocado) para traicionar a Ucrania
|
Populismo y corrupción, una fórmula común
|
Frases Célebres 1028
|
|