Por Julio María Sanguinetti
Si hay algo que , en la perspectiva del tiempo, sigue asombrando, es la capacidad de las gremiales de educación para mentir a destajo, sin pudor alguno.
A lo largo de nuestra vista política, lo hemos visto -y sufrido- desde 1972, en que proyectamos y defendimos una ley que creó la ANEP, unificando en un mismo ente autónomo las diversas ramas, y estableció un órgano central de conducción, el CODICEN. La ley era tachada de "fascista" porque "barría con la autonomía de la educación", al establecer ese órgano que permitía comenzar a pensar en la educación como una acción continuada y no el resultado de compartimentos incomunicados como ocurría antes con Primaria, Secundaria y UTU. Por supuesto, la autonomía del ente se mantenía como ocurre hasta hoy. El hecho es que, pasada la dictadudra y dictadas nuevas leyes, a nadie se le ocurrió retornar a los tres antiguos entes autónomos, autonomizados y descoordinados entre sí.
En nuestra reforma de 1995, fue algo peor. La falsificación de la realidad alcanzó ribetes impensables. Un programa que apuntaba al fortalecimiento del sistema público, con una clara orientación social, era cuestionado por "privatizar la educación". No se privatizada nada. Se fortalecía la educación con escuelas de tiempo completo en los sectores más necesitados, se alcanzaba la universalidad de las preescolares, se creaban centros de formación docente en el interior del país y suma y sigue, todo en el ambito del Codicen. Nos dijeron de todo. Nos insultaron. Boycotearon edificios que inagurábamos. Decían que el pograma era una imposición del BID cuando habíamos ido a la elección con él como propuesta fundamental. Ahora reconocen que no todo era tan malo y que el problema era el carácter de Germán Rama, un héroe, que soportó todo ese embate injusto y falso.Si sobrevivió fue por su entereza y el apoyo que le dio Mosca desde el Ministerio, para hacer las obras necesarias, y el sostén de todo el gobierno.
De esa batalla viene Robert Silva, por entonces Secretario General del Codicen, que es quien soporta ahora parecidos embates. Antes de llegar a la Presidencia del Codicen ya fue apostrofado cuando lo integraba en representación de los profesores, cargo al que había accedido por elección. Le declararon persona no grata, simplemente por defender la necesaria laicidad en los ámbitos educativos. Ahora la emprenden contra la LUC , mientras hacen paros absurdos que solo castigan a los niños, a quienes dejan sin comer a cara rato, con un nivel de insensibilidad alarmente. Cuesta creer como, pese a que han quedado en evidencia, siguen con esta conducta antisocial con desprecio para la opinión
Naturalmente, el enojo viene de que han perdido la presencia en los Consejos de Primaria, Secundaria y UTU. Ese es el tema. Desde allí mandaban, ejercían el poder. En el caso de Fenapes se ha demostrado con claridad, como sus dirigentes hacían lo que querían, falsificaban documentos y declaraban horas de trabajo inexistentes. También ha quedado claro que los Consejeros nombrados por el gobierno se sentían impotentes ante el peso de esos dirigentes "nacionales". Mandaba el sindicato y esto es lo que la LUC logra: recuperar la conducción para las autoridades competentes.
Lo peor son las mentiras. Dicen que se deroga la ley de alquileres, cuando lo que se hace simplemente es añadir un nuevo sistema para facilitar los arrendamientos sin garantía, manteniendo absolutamente intocada la norma general. Dicen que las disposiciones sobre seguridad han abierto el "gatillo fácil", cuando en un año de experiencia no ha ocurrido nada alarmante y sí se ha visto - en cambio- lo que signfica para la acción policial el respaldo de la ley. Cada vez que apareció un abuso, se investigó y ,si correspondia, se sancionó. Y tampoco su cantidad muestra números diferentes a los tradicionales. Se dice que se desmantela el Estado, cuando todo es para afirmar su capacidad, como queda claro en los temas de seguridad y educación. Para colmo, reiteran el viejo eslogan de "privatizar la educación". Por ningún lado se privatiza nada. Se reafirma la autoridad del Codicen en todos los sentidos,pero se repite y se repite, a lo Gooebels, para que la mentira mil veces repetida termine siendo verdad.
El país está ante un enorme desafío. Retroceder en materias esenciales como las abordadas sería un gravísimo daño. Y que la mentira triunfe nos pondría en el camino de una pendiente democrática peligrosísima. Luchemos desde ahora para que no sea así. No estamos ante un referendum más.