Por Julio María Sanguinetti
El gobierno presentó esta semana un importante conjunto de medidas que contemplan la difícil situación social del país, tratando de ayudar a las personas con mayores dificultades. Es un Fondo Covid de 900 millones de dólares, que amplía en 300 el que se llevó adelante el año pasado, habida cuenta de que el tiempo pasado ha agravado la situación de las empresas, especialmente pequeñas y medianas, las mayores generadoras de empleo.
Una vez más se desmiente la frívola afirmación de que se está aplicando una política de "ortodoxia neoliberal" cuando, pese al enorme déficit heredado, y a su agravamiento por la pandemia, el gobierno de coalición añade en este momento 300 millones de dólares más en apoyos variados.
Ante todo, la propuesta apunta a los sectores más afectados por la pandemia: turismo en general, gastronomía, transporte, deportes, cultura. Por un lado se exonera aportes al BPS durante los primeros seis meses de este año, al tiempo que se hace lo mismo con el IRAE. Se les exonera de cargos fijos de UTE y se les ofrece facilidades de pago para las deudas por energía de hoteles, salones de fiesta y gastronomía, que se podrán pagar en 16 meses. También Antel contribuye con apoyos para esas empresas.
Se mantiene el seguro de paro flexible, mejorando las condiciones de acceso. Hoy están acogidos a ese régimen unos 20 mil trabajadores, que siguen funcionando percibiendo medio sueldo de su empresa y otro tanto del BPS. Con el seguro de paro normal se superan los 74 mil trabajadores en esa situación. Todavía son muchos, pero bueno es recordar que hace un año se llegó a 190 mil personas.
En lo asistencial se vuelve a duplicar el monto del Plan de Equidad hasta el mes de junio y lo mismo la asignación familiar.
Como colorados podemos expresar el reconocimiento a ideas que planteamos en el mes de febrero y ratificamos luego en marzo. Nuestra prioridad por la pequeña empresa y el turismo ha sido especialmente contemplada. En aquel momento incluso planteábamos ayudas a las personas y allí se proponía un plan de "trabajo solidario para asistir a trabajadores informales", tal cual se recoge ahora. Este fue el motivo de la convocatoria que hizo el Presidente el miércoles pasado a los titulares de todos los partidos, dada la necesidad de ley, para disponer no solo de este gasto sino de todas las exoneraciones necesarias en el salario de 15 mil pesos que se pagará. Es un ofrecimiento de trabajo temporal, por 3 meses prorrogables a 5. Se hará en acuerdo con las Intendencias, que por sorteo adjudicarán esas oportunidades a personas que no están comprendidas en ningún otro sistema de apoyo del Estado. Es un programa cuyo costo está en el orden de los 28 millones de dólares y se ofrecerá a 15 mil personas.
Como se advierte, podría titularse la situación bajo el viejo lema que en algún lejano tiempo argentino había acuñado el Ministro Ing. Alvaro Alsogaray: "Hay que pasar el invierno". Se trata de eso. Llegar a la primavera con el país vacunado y la curva de contagios y casos graves disminuida a la mínima expresión.
En lo personal, añadimos que este esfuerzo será fructífero en la medida que la gente entienda que la vacuna no nos libera del distanciamiento social, de la mascarilla y de las medidas de restricción de actividad que están vigentes. En Europa lo estamos viendo: no alcanza con la vacuna. Hay que cuidarse. Si no lo entendemos, podemos recaer. Y sería una injusticia para un país que ha hecho un enorme esfuerzo.