Por Julio María Sanguinetti
En los últimos tres fines de semana el Instituto Batlle y Ordóñez y la Fundación Friedrich Neumann, del Partido Liberal de Alemania, organizaron en la Casa del Partido Colorado un Ciclo de Formación Política que, pensado para los jóvenes, resultó aún algo más: una instancia fecunda de reflexión sobre grandes temas políticos.
Liberalismo y republicanismo; Liberalismo y Laicidad; Liberalismo progresista, Reformismo o Socialdemocracia batllista fueron temas abordados desde diversos ángulos. De todos ellos, surgió con claridad el perfil ideológico de nuestro partido como liberal, por un humanismo basado en los derechos de las personas; republicano, por la organización de un Estado de Derecho basado en la soberanía popular; laico, por su acérrima defensa de la neutralidad del Estado frente a los cultos y creencias; reformista, progresista o socialdemócrata por la concepción social que el Batllismo dio al Estado.
No son simples nociones abstractas, porque abordado cualquier tema desde esas definiciones el enfoque será de un modo bien distinto a quienes abrevan en otras fuentes, como los liberales conservadores, nacionalistas radicales o marxistas. Ello naturalmente llevó a analizar las fuertes corrientes de pensamiento que hoy enfrentan al republicanismo o lo deforman bajo el rótulo de "iliberales" o "populistas".
El primer módulo estuvo centrado justamente en esas nociones de política y en todo lo que hace a los sistemas electorales y a las organizaciones partidarias. El segundo abordó políticas públicas en los temas económicos y sociales, con excelentes presentaciones de economía, a cargo de Isaac Alfie y Julio de Brun; de política internacional, a cargo de Didier Opertti y Nicolás Albertoni; de educación, ofrecidas por Adriana Aristimuño y Diosma Piotti y políticas sociales, Santiago Torres. Para terminar con un dúo formado por el Economista Ignacio Munyo y el Cont. Ricardo Pascale, abordando los desafíos de la sociedad uruguaya en un tiempo de cambios.
El último fin de semana correspondió a la historia del Partido Colorado y sus ideas, con una intervención del Prof. Oscar Padrón Favre sobre la figura de Fructuoso Rivera y su relevancia en la construcción nacional. También una exposición gráfica y oral de la historia reciente, las guerrillas, los golpes de Estado, las restauraciones, presentada por el periodista Nelson Fernández. Amén de las intervenciones de Manolo Flores y mías.
La sala de la Convención estuvo colmada en todas las instancias y varios cientos de ciudadanos siguieron las exposiciones por Zoom, incluso haciendo preguntas por el chat. Para dar una idea, en el Zoom nunca hubo menos de 100 conectados y en una sesión se llegó a 270 concurrentes.
La Coordinación de esta actividad estuvo a cargo de Manuel Flores Silva y Nicolás Albertoni y lo más relevante es que se logró tal entusiasmo, que llueven las iniciativas para de un modo u otro repetir la experiencia.
Fueron jornadas de pensamiento, de reflexión, de mirada partidaria hacia nuestra razón de ser y nuestra visión del pensamiento. Hoy el Partido no solo exalta la notable construcción social del Batllismo, sino que reconoce con claridad que solo podía haber nacido en su seno, en la corriente de Rivera y Garibaldi. No en la de Rosas y Oribe, cuando los dos bandos adquieren una definición ideológica. Libertad y universalismo en los de Rivera, orden y nacionalismo en quienes luego serán el Partido Nacional.
Lo importante es que el Partido Colorado mantiene su derrotero, aunque ahora debe luchar, más que con el adversario tradicional, con un Frente Amplio que se instala en la nostalgia del viejo Batllismo y pretende sostenerlo congelado, cuando los tiempos imponen cambios fundamentales, en un mundo más global y competitivo. Ellos creen, todavía, en la vigencia de monopolios estatales que, si fueron necesarios en su época para que nacieran las empresas públicas, hoy solo son una rémora para el ciudadano, que necesita beneficiarse de la competencia, y para el conjunto del país que no puede exportar ineficiencias.
La juventud que nos acompañó estos días, nos ofrece una gran esperanza. La de la continuidad del partido que más contribuyó a la formación de nuestra República y sigue siendo garantía de libertad, racionalidad, laicidad y republicanismo.
En suma, un partido que piensa. Más necesario que nunca.